lunes, 9 de abril de 2012

Cuestión de saber elegir.

- ¿Dónde vamos? 
+ Al sitio más lejos del mundo, me da igual que sea Valencia, París, Reikiavik, Berna o el fin del mundo. Me da igual si elegimos bien, ese saber elegir es saber que siempre te tendré cerca, que me guardarás del frío y que me darás tu amor, es decir, me da igual a donde ir si tú vienes acoplado a ese lugar. Sólo te digo que las luces de las farolas lucen más cuando estás tú, que la luna se te asemeja y más bien se queda pequeñita tu lado, que la torre Eiffel se queda corta tratándose de ti por aquellos campos, que el mar entero sabe que eres tú y solo tú quien puede hacerme reír aún cuando el día es triste, llueva o haga un sol espléndido. Que el mundo entero se detiene cuando me miras y que me da igual todo cuando sonríes, que te quiero como a nada eso ya se sabe y que si me llevas de la mano puedes elegir el camino, no tendré miedo.
- ¿Entonces? 
+ Mmmm... creo que la cuestión no es elegir el lugar, es elegir el con quién y creo, también, que elegí bien, eras tú. Ahora ya puedes elegir el sitio, cualquiera estará bien, cualquiera puede ser tu habitación, el pueblo de al lado o el último lugar en que nadie quiera estar, nadie que no esté bien acompañado, o nadie que esté solo. ¡qué te quiero, joder! 
- Me has hecho recapacitar, ahora, pensándolo bien no quiero moverme, estoy bien aquí, a tu lado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario